Miquel Jordà

Silencio, tesoro esconde

El silencio, el tesoro esconde,

y el mar abre sus cuencas.

El cielo cobra tras sus puertas,

y nada hace pensar

en miradas que se pierden,

en cobijas ocres y santas.

Cada salto al alza reza

que los justos buscan la paz,

allá donde el cielo se siente,

donde la tierra descansa.

Recuerdo las brisas,

como luces que iluminaron un día,

como faros que dijeron basta.

Recuerdo unas gotas como manos muy junto a las mías,

con pequeños brillos ocultos tras la noche,

de aquellas aguas limpias,

como camisas blancas.

Y el cielo, esconde sus broches,

y tu alma que me acecha cada día,

en ese silencio,

de una vida que corre y asalta.

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Si las estrellas pudiesen hablar

Te dirían lo que quieres escuchar.

Si no cerraras tus oídos, volarías ahora mismo.

Sé que tu corazón late, siente la vida,

Sé qué hay dentro de ese cuerpecito,

Porque lo siento dentro de mí mismo.

Si no escuchases a los que no dicen nada,

La magia brotaría otra vez.